Nuevas conversaciones con don Juan de Carlos Castaneda es un libro de culto que inspiró durante mucho tiempo a los seguidores de la corriente de la nueva era. Una corriente que desafiaba frontalmente las creencias que habitualmente las personas tenemos. El libro es la continuación de una primera publicación del mismo autor denominado: Las enseñanzas de don Juan, un indio yaqui que se presenta como brujo y que se da a la tarea de formar a un nuevo aprendiz que en este caso es el mismo autor.
Castaneda estudió periodismo, literatura y sicología y se graduó como antropólogo de la Universidad de Los Ángeles. En una realidad aparte, usando la etnografía como instrumento, nos describe la continuación de las enseñanzas de don Juan de una manera coloquial y narrativa. Nos presenta no solamente paisajes sino sensaciones al adentrarse en el aprendizaje a través de sustancias alucinógenas de plantas psicotrópicas especialmente el humillo (mezcalito), los hongos (Psioocybe mexicana) y la hierba del diablo (Datura inoxia).
El brujo yaqui, en su proceso formativo con Castaneda, le reitera muchas veces que, el mundo no es tal como lo percibimos de forma ordinaria. Existen “otras realidades” que pueden ser experimentadas si se logra una ruptura del “sistema de interpretación” impuesto por la cultura y la educación racionalista. La herrramienta para acceder a ese mundo alterno son las plantas referidas anteriormente, consumidas con el acompañamiento y la mentoría de don Juan.El texto trabaja de una manera extensa y profunda el concepto de “ver”. Para el brujo yaqui, “ver” implica una forma profunda de conocimiento que va más allá de mirar con los ojos, es una experiencia total de fusión con la esencia de las cosas.
A través de probar las sustancias alucinógenas guiadas, Castaneda comienza a enfrentarse a realidades que no puede explicar con el lenguaje racional lo que lo lleva a una crisis interna entre su formación académica y científica y las experiencias chamánicas por las que atraviesa.El aprendizaje que le brinda don Juan está lejos de ser intelectual como pretendía Castaneda y menos acumulativo, sino experiencial.
Es en unas zambullidas vivenciales donde el aprendiz debe desaprender lo que ha sido su manera de pensar, vaciar su mente y abrirse sin resistencia a la fluidez del mundo no ordinario. En este proceso, el antropólogo, deja sus prejuicios disciplinares y se enfrenta a entidades, fuerzas y paisajes que lo aterrorizan, lo desconciertan, lo desafían y lo hacen dudar de su cordura, hasta ir entendiendo que su percepción estaba limitada por su concepción del mundo.Insistir como refiere don Juan en la mente y la razón como formas de conocimiento, nos impide ver las otras realidades que están presentes y no vemos a través de los cinco sentidos. Castaneda se debate en el conflicto generado por la resistencia que se da entre la “ciencia” y la otra realidad que esta no puede explicar, una lucha que hasta el final del texto no se resuelve definitivamente.
Es demasiado complejo asumir la existencia de otras realidades cuando siempre lo que entendemos por ellas se da a través de el entendimiento racional.Una realidad aparte es un libro que inquieta, un texto que sacude el sistema cognoscitivo con el que percibimos lo que consideramos es la realidad y nos muestra que otras culturas ancestrales tienen otra manera de conocer, interpretar y vivir. El constructo mental queda sacudido y aturdido ante los otros paradigmas existentes en las culturas indígenas que cuestionan radicalmente los moldes de pensamiento inculcados en occidente desde la infancia.
