Es un texto escrito desde la investigación antropológica y dista mucho de lo que un despistado lector se imaginaría: una sarta de pócimas y prácticas para hacer y deshacer con las personas a las que se quiere o con las que tenemos malquerencias.
El autor del libro es un antropólogo apasionado por temas diferentes. Lo relacionado con lo paranormal lo seduce. Todo el fenómeno ovni lo convoca. Lo extraño, lo raro, lo oculto, lo transgresor es lo que ha investigado y este texto es una muestra paradigmática de esta afirmación.
El libro negro de la brujería nos pasea en sus 271 páginas por actividades tenebrosas que el autor las presenta, las contextualiza y rastrea en sus orígenes. Nos presenta prácticas espeluznantes como: entierros, brujería, maldiciones, magia negra, rezos y maniobras de cruzamiento para ser casi inmortales, combinadas con el uso de sustancias que uno, hasta que no lee, no se las imagina, como la manteca de los muertos.
Las sociedades han utilizados todo tipo de artilugios para conseguir por parte de quienes los practican, los resultados que esperan y ansían. En el texto desfilan personajes conocidos de la farándula, la política y los diferentes actores de la guerra en Colombia. Como se dice en una de sus páginas: “Colombia es una nación en la que la magia parece fundirse con la realidad: un país en donde el realismo mágico surge en cada rincón, y en el que la brujería y los encantamientos se mantienen vigentes a través del tiempo y el espacio”.
Una idea queda clara al lector, después de leer el libro de Cruz Niño: estas prácticas descritas han existido desde la antigüedad, incluso se pueden rastrear en las páginas de la biblia. Maldiciones, rezos, conjuros, talismanes han estado presentes en diferentes sociedades a lo largo de la historia. Es como una permanente batalla entre las fuerzas del bien, enfrentadas a las del mal. Hay de todo. Testimonios, investigación periodística, consulta de información secundaria soportan cada afirmación. Cruz Niño rastrea, indaga, investiga y se hace preguntas inquietantes e intrigantes.
En el capítulo referido a paracos, guerrilleros y bandoleros invisibles se afirma que este tipo de acciones han sido un arma en la guerra en nuestro país. Prácticas delirantes como para producir alaridos, para derrotar al enemigo o no ser visto y menos ultimado a pesar de las situaciones extremas. Ambición, celos, envidias, odios y muchas emociones más están en la tras escena de estas actividades como propulsores de su uso.
Cruz Niño, encuadra al lector desde el comienzo afirmando: “Este libro no es un estudio académico, una colección de hechizos ni un producto de la ficción. Es un compendio de historias y reportajes acerca de la influencia y el poder de la brujería entre la sociedad colombiana, por lo que recomiendo tomar con seriedad cada uno de sus capítulos, que revelan uno de los aspectos más siniestros y misteriosos de nuestra patria”.
El tema es escabroso y puede generar repulsión a muchas personas que huyen de estos contenidos, sin embargo, quienes exploran y curiosean en busca de información diferente, encontrarán en el libro un arsenal de cosas insospechadas, inimaginables y espeluznantes, que no por negarlas o tratar de soslayarlas dejan de existir en el presente.
Cruz Niño es un escritor que se seguirá solazando con temas inquietantes y disruptivos. Quienes tenemos el gusto de conocer su obra, sabemos que este no será su última apuesta transgresora y esperaremos con ansía nuevos abordajes de aspectos intrigantes y brumosos que flotan a nuestro alrededor, aspectos que están presentes así no los percibamos con nuestros sentidos.
