La última novela de este escritor que publicada en abril de 2025, viene a sumarse a una obra robusta que entusiasma a sus lectores que esperan religiosamente sus últimos textos cada año.
Una novela de incertidumbre como señala su autor, dónde a través de sus páginas desfilan personajes cruzados de dramas complejos que se juntan para hilvanar una historia que se basa en hechos reales de fenómenos que hasta hoy no tienen explicación racional.
Puede sentir deseo un paralítico? Son los lisiados producto de los castigos de Dios? Puede una mujer joven y hermosa, enamorarse de una persona discapacitada? Cómo se puede construir un erotismo revitalizante entre personas con dificultades físicas? El amor se puede salir a comprar como quien adquiere un producto que está en permanente oferta? Estas inquietudes son filones explorados en esta novela de una manera insinuante y voluptuosa.
La novela nos presenta la historia de dos jóvenes paralíticos quienes descubren su sexualidad y el amor inducido inicialmente por la voluntariosa acción del padre de uno de ellos. El amor surge, se consolida y aparecen los temas que le fascinan al autor acerca de otras realidades, mundos paralelos, sucesos que sugieren que no solamente hay tres dimensiones como se nos ha hecho creer.
No podía faltar el contexto social que desfila en estas páginas con la violencia brutal, el sino trágico del narcotráfico, la corrupción, la desidia estatal, la religiosidad anestesiante y la inoperancia de un sistema que excluye y margina a grandes volúmenes de población.
Mario se regodea con el suspenso y la incertidumbre de la suerte de los personajes centrales de la historia. Nos señala que otras cosas alternas y otras dimensiones están presentes y que existen una suerte de portales que nos pueden transportar a ellas. Seguramente están presentes más cerca de lo que creemos pero sencillamente no las vemos.
En el epílogo nos inquieta con sucesos similares a los que ocurren en esta historia que sirvieron para escribir esta novela. Hechos sin respuesta razonable, sucesos inexplicables de personas que se esfuman y nunca regresan, o cuando lo hacen ha transcurrido un tiempo que no es percibido como vivido por quienes tuvieron esa experiencia. Qué es el tiempo entonces? Hay dimensiones desconocidas que intuimos pero no se objetivizan?
Vígenes y toxicómanos, una novela que uno la devora en una sentada, con un tema intrigante que sigue mostrando a Mario Mendoza como un escritor prolífico que genera productos estéticos para su público, esos lectores ávidos de sus nuevas historias con el toque delirante que siempre está presente en su obra.