Los procesos de construcción social de los territorios son prolongados en el tiempo, pero cuando se persevera en ellos, se generan cambios en pro del bienestar de las comunidades que en ellos habitan. Un elemento necesario e imprescindible dentro de este propósito es el fortalecimiento del capital social o el robustecimiento de las organizaciones sociales y su ulterior articulación alrededor de propuestas colectivas comunes.
¿Cuántas organizaciones sociales y productivas hay en los 47 municipios del departamento del Tolima?, la respuesta simplista sería: muchas. Empezando por las Juntas de Acción Comunal, las organizaciones campesinas, las indígenas, de mujeres, jóvenes, ambientalistas por solo mencionar algunas, sin embargo, ¿cuántas de éstas están realmente fortalecidas y juegan un papel clave en la solución de los problemas locales y se sienten realmente como actores protagonistas del desarrollo?, seguramente muy pocas.
Hablando con un alcalde de un municipio importante del sur, me manifestaba que en su territorio había más de 250 organizaciones sociales y productivas, pero al evaluar su capacidad, claridad de objetivos y propósitos, no quedaban más de 15, las demás eran débiles y solamente funcionaba el representante y pare de contar. Expresaba lo necesario que era la existencia de trabajos de instituciones que fortalecieran a las comunidades y a estas expresiones organizativas para que existieran interlocutores válidos a la hora de concertar las soluciones a tanto problema existente.
Sin un capital social fortalecido y articulado es difícil la construcción de desarrollo local y paz. Muchas veces se cree erróneamente que el progreso de los territorios solamente requiere de recursos financieros y esto no es verdad. No es sino mirar lo que ha ocurrido en regiones que nadaron en recursos económicos producto de las regalías que siguen en el atraso y la pobreza. Si hubieran existido organizaciones sociales fuertes, esto no hubiera ocurrido seguramente, porque estas hubieran realizado control social a la gestión pública.
En el departamento del Tolima una de las instituciones que trabaja en el fortalecimiento del capital social es Tolipaz. En nueve municipios, con el apoyo de la cooperación de la Unión Europea y una empresa como Isagen ha venido desarrollando un proceso que busca que las organizaciones sociales y productivas se consoliden.
En cada municipio hacen una labor de identificación de organizaciones estratégicas, se concerta con ellas y la alcaldía el proceso a realizar, luego con una metodología que ha construido Tolipaz, se empieza el trabajo que va fortaleciendo integralmente a cada una para que vayan paulatinamente superando sus debilidades y potenciando sus fortalezas. Es una dinámica de paciencia y amor por lo social no exenta de dificultades, logrando que cada vez se vaya consolidando el actor social y consiguiendo resultados concretos que los anima a seguir adelante.
Fruto de este trabajo las organizaciones tienen propuestas de proyectos sociales y productivos que han formulado en un proceso de aprendizaje, además en cada municipio, juntándose, han construido unas agendas ciudadanas con propuestas que concertaron con los candidatos a las alcaldías para su inclusión en los programas de gobierno y ahora se aprestan a realizar una labor de incidencia política para que sus iniciativas queden contempladas en los planes de desarrollo municipales que se formularán participativamente en el primer semestre del presente año.
Conocedores que la unión hace la fuerza estas organizaciones sociales y productivas han dado un salto importante en su articulación y conformaron en cada municipio una red de organizaciones que denominaron Red Incide, con el propósito de gestionar sus propuestas con los actores públicos y privados del territorio. También, vienen fortaleciendo la misma red a nivel departamental con más de 70 organizaciones, buscando que una agenda regional que han construido sea tenida en cuenta en la formulación del plan departamental de desarrollo.
El trabajo de fortalecimiento del capital social tiene ya dos años y los resultados se perciben en la capacidad de líderes, lideresas y organizaciones. Este es un pequeño ejemplo de construcción de desarrollo y paz en el Tolima que ojalá se replicara en todo el departamento. Esperemos que así sea.