Cobro de sangre, novela de Mario Mendoza, del año 2004. Una narración como acostumbra el mismo autor sobre un personaje que enfrenta las vicisitudes de la violencia en Colombia, en la que este, de niño sufre la pérdida por el asesinato de sus padres. Sin duda la descripción de estos asesinatos, se basan en la realidad de uno doloroso ocurrido en la ciudad de Bogotá a dos reconocidos ambientalistas que desarrollaban un trabajo en la zona del Sumapaz.
La narración por momentos es trepidante y describe las formas que se han manifestado en el desarrollo del conflicto armado colombiano con sus actos delirantes y criminales. Mario Mendoza en esta obra, denuncia la influencia en el Estado colombiano del narcotráfico, el paramilitarismo y hasta la guerrilla, elementos que permitieron que en algún momento de la historia se hablara de la narcodemocracia colombiana.
Es una novela de un poco menos de 300 páginas que engancha al lector con la historia de Sotomayor, desde el momento en que queda huérfano por el asesinato atroz de sus padres. Una vez más el texto nos comprueba que la violencia sólo engendra más violencia, a través de las venganzas, los resentimientos y los odios.
Una novela dura y cruda en muchos momentos, como cuando el protagonista purga una condena en una cárcel en la que existen toda suerte de cosas degradantes. Además, posee un componente psicológico del personaje protagonista que descendiendo a los infiernos, intenta resurgir dejando el pasado atrás.
Cómo varias novelas en la obra de Mario Mendoza, cobro de sangre se deja leer de una sola sentada y nos deja la sensación de que siempre debemos luchar para dejar la violencia atrás en la historia del país.